La menopausia no es un final, sino una transformación profunda y plena de potencial. En Davilua, entendemos este momento como una etapa de evolución, en la que tu energía y tu fuerza se reinventa. Aunque tu cuerpo entre en un nuevo equilibrio hormonal, eso no significa una pérdida: significa un cambio. La disminución de estrógenos y progesterona propias de esta fase trae consigo síntomas como sofocos, alteraciones del sueño o cambios de humor, pero también abre la puerta a una energía distinta, más sabia y consciente.

El climaterio —el periodo que incluye la perimenopausia y la posmenopausia— marca el fin de la función reproductiva, pero no de la vitalidad. Por el contrario: las fluctuaciones hormonales pueden convertirse en una oportunidad para reconectar contigo misma, para priorizar tu bienestar emocional y físico, y para poner los cimientos de un equilibrio más sostenible. Como señala la psicología del bienestar, comprender tu cuerpo en esta fase es clave: cuando escuchas tus necesidades reales, puedes elegir estrategias que nutran tanto tu salud física como tu energía interna.

 

Es normal que durante esta etapa cambien tus niveles de energía. De hecho, según estudios científicos, la transición menopáusica está asociada con una disminución del gasto energético habitual, especialmente en la actividad física, lo que puede llevar a un estilo de vida más sedentario si no se acompaña con consciencia. Pero este cambio no tiene por qué ser negativo: puede ser una llamada a rediseñar cómo mueves tu cuerpo, cómo descansas y cómo te permites tener una fortaleza distinta, más adaptada a esta nueva fase de vida.